El modelo de negocio siempre ha estado ligado al concepto de nueva empresa. Al iniciar una actividad y comenzar por el desarrollo de tu plan de negocio, lo primero que piensas es en qué vas a hacer y cómo vas a ganar dinero. Un modelo de negocio define la forma en la que has pensado convertir tu actividad en una empresa que genere recursos económicos.
En los últimos tiempos es un concepto que se usa mucho, porque más a allá de la investigación de mercado necesaria para poder empezar una actividad, debes tener muy claro en qué te vas a centrar y cómo vas a ofrecer tus servicios. Debes saber quiénes van a ser tus clientes y cuánto y cómo van a pagar por lo que les ofreces. Esto que parece algo muy evidente, no siempre queda claro cuando estamos emprendiendo.
Lo primero que todo emprendedor o emprendedora tiene en su cabeza cuando comienza una nueva actividad es su idea. Lo que quiere desarrollar y cómo se imagina que será su negocio ya en desarrollo y generando ingresos. Pero en muchas ocasiones los emprendedores olvidan que las ideas deben dar lugar a un determinado modelo de negocio, sin importar cuál sea, pero debe ser un método que permita obtener ingresos y que los clientes le encuentren utilidad para pagar por ello, tanto si es un producto como si es un servicio.
La primera pregunta que debes hacerte antes de emprender es ¿conozco perfectamente cuál es mi modelo de negocio?
Existen muchas formas de generar un modelo de negocio y una de las que más de moda se ha puesto en los últimos años es el método Canvas. Se trata de un método en el que los promotores de la idea deben plasmar en un lienzo toda la información relativa a su negocio. En el método Canvas existen 9 áreas bien diferenciadas: los segmentos de clientes, la propuesta de valor, los canales, la relación con el cliente, fuente de ingresos, los recursos clave, las actividades clave, los socios clave y la estructura de costes.
Sobre ese lienzo y esas nueve áreas los promotores deben cumplimentar cómo darían respuesta a los problemas en cada una de las áreas. Es importante ser capaz de cumplimentar toda esta información en relación con la idea que se tiene, porque no es nada fácil. Si lo rellenas a la primera y sin dudar es que tienes muy claro tu modelo de negocio.
Este método es muy interesante porque suele rellenarse en grupo, lo que facilita que otros emprendedores con otras ideas puedan opinar sobre nuestro Canvas. De esta forma, en muchos casos ellos pueden detectar incongruencias o soluciones que no son tales y en las que el equipo promotor no ha caído. Es una forma de alejarse del cuadro para poder ver el bosque en su integridad. Solo de esta forma puedes identificar mejor donde están tus fallos y corregirlos.
Sin duda alguna, la primera pregunta que debes hacerte antes de emprender es ¿conozco perfectamente cuál es mi modelo de negocio? ¿soy capaz de plasmarlo en un papel o contárselo a alguien de forma sencilla? Si es así, ya tienes mucho avanzado para continuar en la senda del éxito con tu startup.
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